miércoles, 25 de abril de 2012

Cuando se cree que la letra con violencia entra

INFANCIA-CHILE: Cuando se cree que la letra con violencia entra
 
Por Marianela Jarroud/SANTIAGO, abr (IPS) - 
Cierto grado de violencia contra los niños y niñas es aceptado en Chile como una forma válida de enseñanza o correctivo de conductas, especialmente por parte de los padres.
"La violencia está incorporada como una pauta de educación y de interacción de los padres con los niños", dijo a IPS la psicóloga Soledad Larraín, experta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en casos de maltrato infantil.
Los adultos consideran que no es maltrato pegarle una cachetada, una palmada en las nalgas o insultarlo, añadió.

3 de cada 4 niños y niñas en Chile sufría maltrato físico o psicológico, indicaba un estudio realizado en 2006 por esa agencia de la Organización de las Naciones Unidas. Aunque esas cifras pueden variar en la nueva encuesta prevista para este año, Larraín advirtió que estadísticas como esta y otras no son alentadoras.
En 1994, el primer estudio de este tipo indicó que 34,3 % de los niños chilenos sufrían de maltrato físico grave, indicador que bajó a 25,9 % en 2006, mientras que la violencia psicológica aumentó de 14,5 a 21,4 % en el mismo período.

"Esas cifras reflejan que esto está totalmente naturalizado y no es considerado por los padres como una forma de violencia", sostuvo Larraín.
Para la experta de Unicef, "es importante generar un cambio cultural donde no se avale la violencia como una forma de educación".
"Los estudios demuestran que el maltrato psicológico provoca daño en la salud mental de los niños, que no es inocuo y no es una buena forma de educar, y eso es lo que la sociedad tiene que asumir", apuntó.

Datos publicados por la organización no gubernamental Activa el 9 de este mes indicaron que en 2011 murieron en Chile 12 niños por distintos hechos de violencia, 33 % más que el año anterior. 

El maltrato intrafamiliar contra los menores, en tanto, creció 8,5 % en igual comparativo.
"Si bien no son muchos los casos en Chile que terminan con resultado de muerte en menores de edad, sí es preocupante que se produzca un incremento significativo", advirtió a IPS la directora de Activa, Gloria Requena.

La activista atribuyó este incremento a que aún hoy "la violencia hacia los menores es aceptada en Chile como una forma válida de enseñanza cuando los niños no siguen las conductas esperadas".
Subrayó que la madre es quien más violencia aplica a los niños y niñas, porque en ella culturalmente descansa la responsabilidad de disciplinarlos.
Requena puntualizó que los resultados del estudio de Activa muestran la violencia física y no consideran las agresiones psicológicas, porque solo contempla las denuncias policiales. Llamó la atención sobre los menores de entre cinco y nueve años que no son capaces de denunciar.

Según ambas expertas consultadas por IPS, la violencia infantil es transversal a los sectores socioeconómicos, pero hay diferencias en el tipo de maltrato que se aplica.
Larraín explicó que en los sectores de más bajos ingresos hay más violencia física grave, mientras que en los sectores más acomodados se evidencia un mayor grado de ataques psicológicos, un patrón que se repite también en los casos de de las mujeres golpeadas.

Añadió que la conducta de los chilenos y chilenas es muy semejante al resto de los latinoamericanos.
"Lamentablemente hay muy pocos estudios para comparar, pero en general en la región de América Latina y el Caribe la violencia física leve está incorporada como una pauta legítima de educar y de interacción entre los padres y los hijos", señaló. 

 
Un caso real de violencia psicológica es el de Alejandra Peña, de 34 años, quien desde los seis sufrió violencia psicológica por parte de su padre.
El maltrato, que tuvo su período crítico en su adolescencia, se extendió hasta que cumplió 31 años y decidió cortar relaciones con su agresor. 

Precisó que la violencia hacia ella siempre consistió en "descalificaciones e insultos".
Sus hermanas, hoy de 15 y 11 años, también fueron víctimas de agresiones de tipo psicológico y testigos por años de la violencia conyugal entre sus padres, que llegó a los golpes.

Las hermanas de Peña vivían en un clima constante de violencia familiar. 

Su padre "tiraba las cosas, no las golpeaba, pero no sabían si luego iría por ellas", precisó. "Fueron testigos de violencia conyugal física y psicológica desde muy pequeñas, y sufrieron también maltratos psicológicos y económicos", describió.
Si bien Alejandra Peña pudo escapar de esa situación, sus hermanas menores debieron seguir soportándola.
"Es súper fuerte, da mucha impotencia saber que ellas se están exponiendo a un daño y que no se puede hacer nada porque no depende de uno. Siento rabia, mucha pena y mucho miedo de que les pase algo grave", dijo a IPS.

Para Larraín, una de las principales trabas para enfrentar la violencia contra los niños es el "tabú" que existe respecto a que las cosas que suceden al interior de la familia son privadas.
"Ha sido muy difícil poder entrar en la violencia puertas adentro. En general los estados y los gobiernos son tremendamente cuidadosos de no inmiscuirse en la intimidad familiar, sin entender que, si los derechos del niño están siendo vulnerados, las autoridades tienen la obligación de protegerlos", afirmó.

Por su parte, Requena denunció que los grupos vulnerables en Chile tienen "escasa protección". Cuentan con tan sólo un organismo público orientado a la protección de los niños y niñas, que es el Servicio Nacional de Menores (Sename), que posee muy bajo presupuesto.
Además, el Sename tiene un marco legal muy limitado e interviene "sólo cuando tenemos situaciones denunciadas, es decir que son de conocimiento público, y cuando hablamos de niños infractores de ley".

La directora de Activa recomendó generar políticas de Estado y no legislar en forma coyuntural por el impacto público de algún caso.
"Es indispensable visibilizar el fenómeno de la violencia, mejorando los sistemas de registro y análisis en materia de violencia intrafamiliar", enfatizó.

IPS Noticias.

Maltrato infantil causa el 13% de los casos de traumatismos

Nacional: Maltrato infantil causa el 13% de los casos de traumatismos graves

Pereira Rossell. Hallan fallas en diagnóstico

LETICIA COSTA DELGADO
El año pasado un bebé de 15 meses llegó al Hospital Pereira Rossell con hemorragias en los ojos y la cabeza. 
Tenía un traumatismo de cráneo grave provocado por golpes y agresiones físicas. 
El maltrato infantil causa el 13% de este tipo de lesiones. 

El dato se desprende de una investigación realizada entre 2002 y 2010 por Marcelo Algorta y Gonzalo Bertullo, médicos residentes de Neurocirugía. 
El trabajo fue presentado en el IIIº Congreso Nacional de Neurocirugía realizado en el LATU del 17 al 19 de abril.
Algorta y Bertullo relevaron traumatismos encefalocraneanos graves que fueron atendidos en el Hospital Pereira Rossell y que motivaron la realización de una cirugía.
El traumatismo encefalocraneano (TEC) se produce cuando un golpe compromete al cráneo, las estructuras que contiene (cerebro y encéfalo) y las membranas que lo recubren. 

Los médicos identificaron 45 casos. 
En el 13% había habido grandes sospechas o se había confirmado maltrato infantil. 
Es una muestra muy pequeña, dijeron los investigadores, pero el porcentaje al que hace referencia es el que indica la bibliografía internacional.
La práctica también lo indica. 
Javier Prego, uno de los coordinadores de la emergencia del Pereira Rossell, confirmó a El País que el dato refleja la realidad. 

INADVERTIDOS. 
Prego, quien es director de la Cátedra de Emergencia Pediátrica de la Facultad de Medicina, también expuso sobre el problema. 
En su conferencia "Maltrato y TEC", el clínico contó el caso del niño atendido el año pasado.
Esa vez, admitió, el equipo de especialistas no detectó que el TEC había sido debido a un maltrato. 
De hecho, a la semana de ser ingresado, el niño fue dado de alta. Pero 15 días después volvió en coma. Y hoy tiene secuelas graves.
"Hubo un fallo importante; a pesar de que este niño tenía muchas cosas para pensar en maltrato infantil", admitió el especialista, quien puntuó los síntomas más evidentes, entre los que se encontraban hemorragias en la retina y fracturas en las costillas. 
Cuando hay sospechas de maltrato hay que buscar estas fracturas en radiografías de tórax, enfatizó Prego ante los clínicos presentes. 
"Son muy pocas las circunstancias que en los niños pequeños determinan estas fracturas".

Los residentes de Neurocirugía, por su parte, detectaron que la mayoría de los niños con sospechas de maltrato o con un maltrato confirmado recibieron una mala atención. 
Al relevar las historias clínicas, "vimos que no estuvieron bien estudiados. 
No se pidieron estudios adecuados o se pensó en otra causa y no en maltrato", lamentó Algorta.
"Muchos eran niños pequeños, menores de dos años, que tenían un tipo de hematoma particular (hematoma subdural) que se produce entre el cerebro y el hueso del cráneo", comentó el estudiante de Neurocirugía. 
Sin embargo, no a todos se les analizó la lesión con estudios de imagen (resonancias magnéticas) como recomienda la práctica clínica.
"Lo que nos corresponde a nosotros desde el servicio de urgencias es tratar de detectarlos", admitió Prego. "Pero a veces no es fácil". Algunas veces el diagnóstico es evidente, pero otras es dudoso y hasta poco probable, agregó. 

Para el coordinador de la emergencia "lo que hay que tener" es un alto índice de sospecha; no dar por descontada otra causa ni subestimar elementos. 
El traumatismo cuando es causado por maltrato "genera mucho daño, mucha lesión y, si no se diagnostican, (esos niños) quedan en situación de riesgo".
Otro de los casos presentados por Prego fue el de un bebé de 39 días que también ingresó con síntomas "sospechosos". 
Sin embargo, fue dado de alta sin advertir del caso a la Justicia. Vivía con su padrastro y una nueva agresión lo devolvió al hospital días después. Esta vez más grave.
Sin embargo, advirtió, Prego, tampoco hay que caer en el sobrediagnóstico. 

En otra oportunidad, se informó de un caso que parecía maltrato y no lo era, lo que provocó grandes problemas a la familia.
El Pereira Rossell cuenta con un equipo de maltrato que atiende estos casos y, cuando confirma o tiene sospechas profundas, denuncia a la Justicia. 
A veces el juez decide que el niño permanezca en casa.

Agresiones crecen en adultos.

Los traumatismos encefalocraneanos por agresión también se ven en adultos. 
Un estudio realizado por Samantha Pinazzo (neurocirujana) en el Hospital de Clínicas, relevó que durante 2011 prácticamente todos los meses hubo un caso grave por violencia.
El traumatismo grave es la lesión en el cráneo, el cerebro o sus envolturas causada por un golpe. 
El paciente queda en coma, es sometido a una neurocirugía (procedimiento de alto riesgo) o requiere internación en un CTI.
Solo en 2011 hubo 11 personas que recibieron una agresión de esa magnitud, concluyó el estudio, presentado en el IIIº Congreso Nacional de Neurocirugía. 
El dato es sensiblemente mayor al registrado en 2010 (8 casos) y al del 2009, en el que hubo solo nueve traumatismos graves causados por agresiones.

miércoles, 18 de abril de 2012

Las cifras del maltrato infantil oculto

Las cifras del maltrato infantil oculto

acoso escolar
Detectar y analizar la violencia contra menores es una tarea complicada, y no existen cifras exactas en ningún lugar del mundo. 
Por ello hablamos de las cifras del maltrato infantil oculto, esa violencia hacia los niños que se supone que están sufriendo muchos niños sin que nadie sepa de ello, excepto los maltratadores y sus cómplices.
En España, se estima que entre 5 y 15 niños de cada 1.000 sufren maltratos, aunque sólo se detectan entre un 10% y un 20% del total de casos, según datos de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP). 
Dicho de otro modo, entre 8 y 9 casos de maltrato infantil de cada 10 no se detectan en España.

Estas son las mismas estimaciones realizadas por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). 
Ambas entidades así lo señalan, basándose en diferentes estudios.
La prevalencia estimada de maltrato infantil en las distintas comunidades autónomas oscila entre cinco, 15 y 19 casos por cada 10.000 menores. 

En el caso del ‘bullying’ o acoso escolar, la cifra asciende al 17%. 
Además, los menores maltratados suelen perpetuar la violencia y la trasladan al ámbito laboral y familiar.
Además, dado que la crisis económica aumenta el maltrato a los niños, probablemente a estas cifras haya que sumarle casos. 
Un estudio que llevaba midiendo las tasas de maltrato infantil en varios hospitales de EEUU desde los tiempos de bonanza ha encontrado una alarmante asociación entre el estallido de la crisis y un aumento en el nº de traumatismos encefálicos provocados por abusos.

Resulta duro hablar sobre ello, pero existen señales frecuentes de maltrato infantil: los moratones, tan habituales en los niños, son la señal más frecuente, junto con las mordeduras, las quemaduras y la alopecia traumática, además de dermatitis graves, xerosis (sequedad de las mucosas corporales), higiene pobre y pediculosis frecuentes.
En esta o en cualquier época es importante que la sociedad detecte esas señales y sea sensible a este tema, a menudo olvidado, a menudo silenciado.
También el personal sanitario y docente ha de estar formado para detectar los casos de riesgo, susceptibles de apoyo y seguimiento desde servicios sociales.

Conociendo estas cifras del maltrato infantil oculto entendemos por qué es tan complicado conseguir datos que reflejen la realidad de manera certera. 
Y sobre todo comprendemos lo necesario que es un cambio de actitud de muchos padres respecto a los más indefensos.

Maltrato infantil en Nueva York

Nuevo tratamiento reduce trauma en víctimas de abuso infantil: Fue puesto en marcha en los centros de la organización Safe Horizon, en Nueva York.




POR: Ruth E. Hernández Beltrán / EFE  | |  04/11/2012
Nueva York, 11 de Abril - Un nuevo tratamiento para víctimas de abuso infantil, puesto en marcha en los centros de la organización Safe Horizon en Nueva York, ha demostrado que reduce los síntomas del trauma y brinda a los niños la oportunidad de recuperarse más rápido.
Las agencias de servicio de protección de menores en EE.UU recibieron unos 3.3 millones de denuncias de maltrato infantil en 2010.
En la ciudad de Nueva York hubo más de 60,000 denuncias, ya que, después de la muerte de la niña Nixzmary Brown en enero de 2006, han aumentado las llamadas que alertan sobre posibles abusos.

2 años después, Safe Horizon, la mayor agencia de servicios a víctimas de violencia del país, con más de 50 programas que ayudan gratis a 250,000 niños, adultos y familias afectados por el crimen y el abuso en Nueva York, puso en marcha en sus Centros de Defensa Infantil en esta ciudad un nuevo tratamiento para menores de 7 a 18 años abusados física o sexualmente. 

El Child And Family Stress Intervention (CFTI por siglas en inglés), desarrollado por el Childhood Violent Trauma Center de la Universidad de Yale, es un programa de prevención del estrés post traumático al que los niños víctimas de abuso son sometidos al menos una semana después de conocerse lo ocurrido.
Antes de ponerse en marcha el nuevo tratamiento en 2008, la ayuda a los niños podía tardar hasta un mes, explicó a Efe Alison Dieguez, especialista de servicios forenses y clínicos del Centro de Defensa Infantil de Safe Horizon en Brooklyn, el condado donde se reporta el mayor número de casos de abuso infantil, con casi 2,000 al año.

Cerca del 50% de los menores y familias que reciben servicios en los 4 centros de Safe Horizon en Brooklyn, Manhattan, Queens y Staten Island son hispanos.
Con el nuevo tratamiento, que puede extenderse entre 4 y 6 semanas, los niños pierden el miedo de hablar sobre lo ocurrido, a comunicarse con su cuidador cuando sienta miedo, estrés, ira, tenga pesadillas u otros síntomas relacionados con su experiencia, señaló Dieguez.

Según ha señalado el siquiatra Steven Madans, director del Childhood Violent Trauma Center, cuando los niños están solos con sus reacciones al trauma y no tienen palabras para poder expresarlas, el comportamiento sintomático es su única forma de expresión.
"Los niños necesitan que sus cuidadores, que son el mayor apoyo en sus vidas, reconozcan y comprendan sus síntomas", señaló.

Dieguez destacó que lo novedoso del tratamiento es la rápida intervención con el niño una semana después de lo ocurrido, así como la integración del tutor o encargado del hogar de acogida para que sepa lo ocurrido con el menor y aprenda cómo ayudarle a sobrellevar el trauma del abuso físico o sexual.
"Tenemos 4 o 6 semanas para construir un puente de comunicación para identificar los síntomas del trauma, para ayudar a los niños a sentirse cómodos compartiendo sus emociones con su cuidador sobre lo que sienten", indicó.

Antes de la1ª sesión de CFTI se hace una evaluación del niño para determinar el nivel del trauma. Luego se comienza el tratamiento con una reunión con el cuidador a quien se informa sobre el trauma y sus síntomas.
La 2ª sesión se divide en dos partes; una con el niño solo hablándole del trauma y sus síntomas para que aprenda a reconocerlos, y la IIª parte es una reunión familiar en la que está presente la víctima, según Dieguez.
En esta reunión se les enseña a enfrentar el trauma de forma que haya un alivio inmediato y se anima al niño y su cuidador a practicar las técnicas en casa. 
La 3ª y 4ª sesión tienen formatos similares de reuniones con el niño y su tutor.

Desde 2008 al presente, unos 500 niños han participado del programa en los 4 centros de Safe Horizon y los resultados en los menores y sus cuidadores corresponden con los de las evaluaciones iniciales del programa que realizó Yale en New Haven, Connecticut, antes de ponerlo en marcha en Nueva York, dijo Dieguez.
De acuerdo con Safe Horizon, entre abril de 2010 y marzo de 2011 los datos de los 124 niños que en ese momento habían completado el proceso indican que hubo una reducción del 54 % en los síntomas de trauma, junto a un aumento en la comunicación entre los menores y la persona que le cuidaba.

Safe Horizon trabaja en conjunto con la Administración de Servicios a los Niños, la policía, la fiscalía, así como con médicos en su sede central en Brooklyn, donde todas esas agencias tienen una oficina para facilitar el tratamiento.

Maltrato Infantil en Catalunya


SOCIEDAD: Similar a las cifras de 2010

La Generalitat abre más de un millar de expedientes por maltrato infantil en un año

El servicio Infancia Responde de la Unidad de Detección y Prevención del Maltrato Infantil (Udepmi) de la Generalitat ha abierto 1.005 expedientes durante la 2ª mitad del 2011, cifra similar a la registrada en el mismo periodo de 2010.
La Udepmi atiende consultas telefónicas sobre situaciones de alto riesgo y de maltrato infantil, recibiendo en el 2º semestre del año pasado un total de 6.925, ha concretado el conseller de Bienestar Social y Familia de la Generalitat, Josep Lluís Cleries, en respuesta parlamentaria recogida por Europa Press.

Del conjunto de llamadas recibidas en el 900 300 777, el 14,5% ha culminado en apertura de expediente --1.005 de ellas-- debido al evidente de riesgo sobre la protección del menor.
De las protecciones iniciadas desde julio a diciembre de 2011:
a.- 392 corresponden a posibles maltratos por parte del núcleo familiar y 
b.- 180 a menores no acompañados.
El resto computan de expedientes como "otros motivos", aunque Cleries no ha especificado cuáles.

En 2010, el servicio Infancia Responde --disponible las 24 horas todos los días del año-- atendió 13.423 llamadas, de las que se abrieron 610 expedientes por posibles situaciones de maltrato y 316 por ser menores sin referentes familiares.

viernes, 6 de abril de 2012

aunar esfuerzos para detectar y prevenir situaciones de desprotección y de maltrato infantil”.

 el periodic

Carolina Martínez: “Debemos aunar esfuerzos para detectar y prevenir 

situaciones de desprotección y de maltrato infantil”.

27/03/2012 | elperiodic.com|Valencia
• La directora general del Menor ha asistido a la inauguración de un taller de coordinación socio-sanitaria-educativa en Silla
• La directora general del Menor subraya la importancia de homogeneizar criterios entre el 
personal educativo, sanitario y de servicios sociales a la hora de definir el maltrato
• Martínez pone el acento en la prevención “como eje central de la intervención con el menor
y su familia”
La directora general del Menor, Carolina Martínez, ha defendido la cultura de la coordinación entre profesionales y la necesidad de homogeneizar criterios a la hora de definir el maltrato infantil. 
Debemos aunar esfuerzos para detectar y prevenir entre todos las situaciones de desprotección y de maltrato”, ha dicho.
Carolina Martínez, que ha asistido a la inauguración de los Talleres de Coordinación socio-sanitaria-educativa en la intervención ante situaciones de desprotección y maltrato infantil en el municipio valenciano de Silla, ha apostado:
1.- por la transversalidad en los programas, 
2.- por la elaboración de protocolos comunes de actuación, y 
3.-por “establecer y fortalecer canales de comunicación entre todos los profesionales implicados en la detección de situaciones de desprotección de menores”.

En concreto, se ha dirigido a los profesionales de los equipos municipales de servicios sociales, de los centros de salud y hospitales, y de los centros educativos, a los que ha pedido “un esfuerzo común en la acción protectora: 
“En vuestras manos está, junto con los profesionales de la Conselleria de Justicia y Bienestar Social, el futuro de todos estos niños y jóvenes que puedan estar en riesgo”.
Carolina Martínez ha puesto el acento en la prevención “como eje central de la intervención con el menor y su familia” y ha defendido además “enfocar el trabajo común de una forma positiva, que ayude al menor y a sus progenitores a encarar el futuro con optimismo”.

Medio centenar de profesionales
Estos talleres que hoy han arrancado en L’Horta Sud fueron creados por la Dirección General del Menor con el fin principal de que no quede ningún caso de maltrato sin detectar ni identificar, para poder intervenir lo más diligentemente posible y evitar consecuencias mayores, con la colaboración y cooperación de las Consellerias de Sanidad y Educación.

Los Talleres se iniciaron en mayo del 2005 y desde entonces se han realizado 14 ediciones agrupadas por comarcas. 
A lo largo de estos años han pasado un total de 488 profesionales, 221 del ámbito sanitario, 238 del ámbito de servicios sociales y 29 del ámbito educativo, constatando en los cuestionarios finales de evaluación el interés por los mismos, y la necesidad de establecer mecanismos concretos de coordinación.