sábado, 14 de julio de 2012

El síndrome del bebé zarandeado



El pediatra forense Walter Lambert asegura que puede causar desde problemas neurológicos hasta la muerte.
Mariana Suárez Rueda | elespectador.com06.07.2012 
Ante la impotencia, el cansancio y la desesperación que llega a producir el llanto incansable de un bebé, ¿cuántos padres no han terminado, casi sin pensarlo, zarandeándolo para lograr que se calle? Lamentablemente muchos. Aunque no existen cifras de esta conducta, que se considera un tipo de maltrato infantil, se sabe que sus consecuencias pueden ser muy graves a largo plazo. 
Así lo ha comprobado Walter Lambert, un pediatra forense que ejerce como director médico de la Universidad de Miami e integra un equipo de profesionales encargados de proteger a los menores de edad que han sido maltratados. Desde hace 25 años, este padre de seis hijos se ha dedicado a asistir a niños y adolescentes víctimas de castigos físicos, violencia doméstica y abuso sexual, junto con sus familias.
Esta semana estuvo en Bogotá como invitado al XIXº Congreso Nacional de Prevención y Maltrato Infantil, organizado por la Fundación Afecto. Sus charlas impactaron a la audiencia. Para empezar y haciendo referencia al síndrome del bebé zarandeado, Lambert explicó que generalmente quienes le hacen daño a un menor de edad no son personas malas, sino gente que replica la forma y los esquemas como fue criada. La mayoría de veces desconociendo que su accionar tendrá consecuencia en la vida adulta del infante.
En el caso de los bebés que son zarandeados, así como puede que no les pase nada, se han visto muchos pequeños que terminan desarrollando problemas neurológicos e, incluso, mueren por el impacto que tiene esa fuerte sacudida en su cerebro. 
Desafortunadamente, dice Lambert, los pediatras no son conscientes de este tipo de problemáticas y esto impide que se realicen diagnósticos oportunos.

Lo anterior, asegura, explicaría por qué en Colombia se registran tan pocos casos de maltrato en menores de 4 años. “No es que no sucedan, sino que se desconocen”. 
Y es que Lambert lo ha visto todo. Muchas veces debe encerrarse en su consultorio a llorar para desahogarse y en ocasiones también lo acechan las pesadillas. Pero el tiempo, una buena dosis de humor y de espiritualidad le han permitido aprender a manejar sus emociones.
Otro de los tipos de maltrato que son difíciles de detectar y cada vez menos ocasionales es el síndrome de Munchausen by Proxy.  
Consiste en que alguno de los padres, por lo general la mamá, exagera, miente o induce síntomas en su hijo para que luzca enfermo. 
En Medellín se presentó hace poco 1 de estos casos. La madre acudió a un centro de urgencias porque su niña sangraba por la nariz. Los médicos no encontraron nada.
Al poco tiempo regresó alegando que ahora vomitaba sangre y tenía una deposición anormal. Aunque clínicamente estaba bien, la hospitalizaron. 
Y fue una enfermera quien descubrió escondido en el clóset de la habitación un tarrito lleno de sangre. 
En Inglaterra se realizó alguna vez un estudio con cámaras de video ocultas y así se evidenció la existencia de este síndrome que se ha incluido en la literatura médica desde la década de los 50.

¿Se trata de progenitores con algún desorden mental? 
Lambert responde enfático que lo importante no es descifrar el porqué de estos sucesos, la motivación, sino volcar la atención sobre el niño o adolescente afectado. 
Precisamente, a su juicio, esta mentalidad de querer hallar a los culpables y castigarlos por sus acciones es lo que hace tan diferente la lucha contra el maltrato infantil que han emprendido países como Colombia y Estados Unidos.
Mientras en el primero lo fundamental termina siendo la judicialización del agresor, en el segundo hay un foco proteccionista. “La atención no está concentrada en una condena, sino en subsanar el daño cometido y garantizar una vida plena para ese niño”.

Mallorca: contra los abusos sexuales infantiles

El Govern destina 140.000 euros a servicios de tratamiento de menores en casos de abusos sexuales.

PALMA DE MALLORCA, 6 Julio 2012. (EUROPA PRESS) -
El Govern destinará un total de 140.000 euros a servicios de valoración y tratamiento de menores víctimas de abusos sexuales, tras haber aprobado los convenios de colaboración entre la Conselleria de Salud, Familia y Bienestar Social y los Consells de Menorca, Ibiza y Formentera dirigidos a financiar estas iniciativas.
   
En concreto, tal y como ha explicado el portavoz del Ejecutivo autonómico, Rafael Bosch, en rueda de prensa posterior al Consell de Govern, estos convenios se enmarcan dentro el Protocolo marco interdisciplinario de actuaciones en casos de maltrato infantil en Baleares.
Por islas:
1.- el convenio con el Consell de Menorca establece que la Conselleria aportará 62.500 euros; 2.- con el de Ibiza, la cuantía es de 73.000 euros, y 
3.- con el de Formentera, asciende a 4.500 euros.
   
Los convenios establecen que los Consells deben poner a disposición del Servicio de Valoración y Tratamiento:
a.-  los medios personales y materiales necesarios para llevar a cabo las funciones que son objeto del convenio; 
b.- notificar todos los casos de maltrato infantil de los que tengan constancia en el Registro Unificado de Maltrato Infantil; 
c.- e impulsar la detección de este tipo de casos y su notificación al Registro Unificado de Maltrato Infantil en todos los ámbitos implicados, especialmente en las corporaciones locales de Ibiza.
Asimismo, deben mantener una coordinación y colaboración con el equipo de coordinación de la Dirección General de Familia, Bienestar Social y Atención a Personas en Situación Especial para tratar determinados casos específicos.
   
Por su parte, la Conselleria, además de aportar las cantidades indicadas, adquiere el compromiso de:
d.-  colaborar activamente en la información y la formación continua y especializada en materia de maltrato infantil y abusos sexuales infantiles requerida a los profesionales adecuados de todos los ámbitos implicados; 
e.- llevar a cabo las actuaciones necesarias para implantar el Protocolo marco en todos los ámbitos implicados; 
f.- gestionar el Registro Unificado de Maltrato Infantil en el ámbito de Baleares; 
g.- y actuar de interlocutor con el Ministerio competente en materia de menores y facilitar a la otra parte toda la información que requiera para realizar sus competencias.
   
Cabe señalar que estos convenios se suman al que ya se ha firmado con el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (Imas) por un importe de 149.643 euros y al que se firmará con la Mancomunidad del Plan por un importe de 20.000 euros.

Trastorno mental y maltrato infantil van juntos


Los trastornos mentales son más frecuentes en las personas que recibieron azotes siendo niños. 

Depresión, ansiedad, trastornos de la personalidad y menos coeficiente intelectual son más frecuentes en adultos que sufrieron castigo físico en la infancia. 

El estudio, elaborado con más de 34.000 personas, reconoce que no puede probar la relación causa-efecto. 

El Código Penal español sanciona todo tipo de violencia contra los niños.   

ECO ® 20MINUTOS.ES. 02.07.2012 .Las consecuencias del castigo físico sobre los niños son muchas, y no todas inmediatas. Investigadores canadienses han encontrado que aquellos niños que soportan castigos físicos con frecuencia son luego adultos más propensos a sufrir trastornos mentales. 

El estudio contó con más de 34.000 adultos de EE UU. Analizando su pasado y observando su presente, detectaron una mayor presencia de trastornos mentales entre aquellos que de niños habían recibido azotes.  Los autores proponen disciplinar al niño usando técnicas de refuerzo positivo.Concretamente, en estos adultos era más probable encontrar enfermedades como depresión, ansiedad, trastornos de la personalidad, además de problemas con el alcohol y las drogas. El trabajo atribuye esas patologías al hecho de haber sufrido castigos físicos en la infancia.   

No obstante, los investigadores –dirigidos por Tracie Afifi, de la Universidad de Manitoba (Canadá)– reconocen que su estudio no puede probar la relación causa-efecto entre azotes y riesgo de trastorno mental.
Los autores del trabajo desaconsejan cualquier tipo de castigo físico y en cualquier edad del niño y apuestan por otras opciones. En concreto, proponen a los padres no caer en la tentación de los azotes y en su lugar disciplinar al niño usando técnicas de refuerzo positivo (premiar las buenas acciones).

Trastornos y menos coeficiente intelectual

Un estudio anterior de esta misma universidad canadiense observó que el castigo físico puede dañar el desarrollo del niño y hasta reducir su coeficiente intelectual.
El castigo físico incumple la legislación sobre los Derechos del Niño.

En ese caso, y tras revisar estudios publicados durante 20 años sobre el tema, encontraron que el castigo físico convierte al niño en una persona más agresiva y antisocial, y puede provocar problemas cognitivos.

Pero la sociedad sigue "entendiendo" los azotes. En España, según un estudio del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, un 47% de los adultos asegura que pegar es imprescindible "algunas veces". 

Un 2% que conviven con sus hijos menores de 18 años cree que lo deben hacer "muchas veces".
El castigo físico incumple 3 de los 4 pilares de la legislación de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989

1.- el interés superior del niño, 
2 y 3.- su derecho a la supervivencia y al desarrollo, y 
4.- el derecho a que sea respetado su punto de vista.

En España, el Código Penal sanciona explícitamente todo tipo de violencia ejercida contra los niños. 

Teóricamente, la legislación considera que el castigo físico no es legal.