sábado, 13 de febrero de 2016

Abuso de menores y desarrollo económico


La tasa de abuso de niños está vinculada a la situación económica de su nación.

El abuso infantil cuesta a los países hasta 133.000 millones de euros

EUROPA PRESS| 12/02/2016

Más allá del daño físico y emocional, el abuso infantil tiene un precio económico que cuesta a algunos países miles de millones de dólares al año, según explicará este viernes un panel internacional de expertos en la reunión anual de 2016 de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés).

En los países de altos ingresos, los costes medios del abuso infantil son equivalentes a una pérdida del 1,2% del ingreso per cápita, lo que se traduce en más de 130.000 millones de euros cada año en Estados Unidos. La pérdida estimada es de 44.000 millones en China, un país de ingresos medios.

"La violencia contra los niños es frecuente en todos los países, en todos los niveles de ingresos y en todas sus formas", afirma Sue Horton, profesora de la Universidad de Waterloo y cátedra de Economía de la Salud Global en el Centro para la Gobernanza Internacional e Innovación. "Además de un asunto basado en los derechos, ahora hay un tema económico más fuerte que nunca para proteger a los niños contra la violencia", añade.

El panel, organizado por la profesora Horton y Susan Bissell, directora de la Asociación Mundial para eliminar la violencia contra los niños perteneciente a UNICEF, presenta este viernes los resultados de su investigación en Washington, donde la AAAS celebra su encuentro anual.

Con destacados académicos y profesionales de Estados Unidos, Reino Unido, China y Pakistán, el panel presentará las últimas investigaciones sobre el impacto económico de la violencia contra los niños en regiones clave en todo el mundo. 
Un estudio de la Universidad de Edimburgo revela que el coste de abuso emocional por sí solo, en los países del Este de Asia y el Pacífico, supera los 42.000 millones de euros por año.

Los expertos implicados en esta investigación son James Mercy, de los Centros de Estados Unidos para el Control y Prevención de Enfermedades; Deborah Fry, de la Universidad de Edimburgo, en Escocia; Xiangming Fang, de la Universidad Agrícola de China; Zulfiqar Bhutta, del Centro para la Salud Global Infantil del Hospital para Niños Enfermos, en Toronto, y el Centro de Excelencia de Mujeres y Salud Infantil de la Universidad Aga Khan, en Pakistán.

Costes de tratamiento y pérdida de productividad

Costes financieros significativos a causa del maltrato infantil incluyen costes de tratamiento para las lesiones físicas sufridas, la futura pérdida de productividad debido a lesiones, un nivel de educación más bajo y los ingresos del mercado de trabajo, así como los efectos intergeneracionales. La violencia que se vive en la infancia se asocia a un mayor gasto en salud en la edad adulta.

Los países de menores ingresos registran mayores tasas de maltrato infantil. En África Occidental y Central, el 90% de los niños son física o psicológicamente maltratados en el hogar; y en Asia Oriental y el Pacífico, ese número se sitúa en el 74%.

"Aunque las tasas de abuso de niños están vinculadas a la situación económica de un país, no es excusa para que se perpetúe -señala Bissell-. Hay intervenciones conocidas que son eficaces en la prevención de la violencia y el apoyo a los niños que la han sufrido. Muchos de éstas son rentables y ofrecen una buena relación calidad-precio público".

Las leyes pueden tener un efecto significativo en el cambio de actitudes y las prácticas de violencia física contra los niños. La legislación para proteger a los niños contra el castigo violento redujo la proporción de niños que son golpeados en un 80% durante un periodo de 35 años en Suecia. Formación a los padres, visitas a los hogares y programas de prevención del abuso sexual también han demostrado un historial de detención de la violencia contra los niños.

En 1990, UNICEF creó la Convención sobre los Derechos del Niño para aclarar los derechos de éstos y cambiar la forma en la que se les veía y se les trataba. Hasta la fecha, 196 países miembros han firmado o están en el proceso de firma la Convención. Estados Unidos es el único reducto que queda.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Los abusos a menores, más en familia

Estudio de la Universidad de New Hampshire: Casi la totalidad de los alumnos estadounidenses encuestados dijo haber sufrido abuso; de 13.052 sólo 105 dicen haberse librado
REBECA YANKE /Madrid /01/02/2016
El abuso de menores en centros y organizaciones juveniles sucede, pero en menor medida que en los entornos familiares. Ésta es la tesis que se desprende de un estudio realizado por el profesor David Finkelhor y su equipo de la Universidad de New Hampshire, en Estados Unidos, y que lleva por título 'Tasa de abuso en organizaciones que ayudan a la juventud'. La muestra arroja una cifra preocupante. Del total de encuestados, 13.052, 12.947 dijeron haberlo sufrido; 105 tuvieron la suerte de no conocerlo.
Sus observaciones se han publicado en la revista Archivos de Medicina Pediátrica y Adolescente. En entrevista con EL MUNDO, Finkelhor advierte: "Es importante que se prioricen ambas posibilidades, tanto el abuso en los hogares como en organizaciones juveniles. Lo que sucede es que es más difícil que las personas se centren en el abuso que sucede en el hogar, así que es algo que hay que recordar continuamente".
Entrenadores, profesionales de las guarderías, profesores... El abanico de profesionales que tienen contacto diario o semanal con un niño es grande. Y sostiene Finkelhor que estudios como el suyo, donde se combinan 3 encuestas nacionales (en Estados Unidos) de población por teléfono, "puede ser una fuente de desarrollo de información sobre la epidemiología del abuso" en organizaciones juveniles.
Para evitarles problemas a los niños, la encuesta que ha realizado Finkhelhor a 13.052 niños y jóvenes hasta los 17 años evita mencionar la palabra abuso. Por ejemplo, les preguntaban si "alguien con quien ha crecido ha tocado sus partes íntimas o hizo que te tocaras tú", y también si "otro niño ha hecho algo sexual contigo" e incluso si "alguien hirió tus sentimientos escribiendo o diciendo algo sexual sobre tu cuerpo". En total, la encuesta buscaba saber si estos niños y adolescentes habían sufrido "abuso físico, sexual, agresión verbal o abandono". 
Otro objetivo importante era comparar los abusos entre miembros de organizaciones juveniles con la familia o personas desconocidas.
De todos los niños preguntados, un 0,8% estuvo expuesto a algún tipo de maltrato durante toda su vida y un 0,4% el año anterior. En cambio, la tasa de abuso perpetrada por alguien de la familia de la víctima sube hasta 11,4% durante toda su vida y al 5,9% durante el pasado año, el mismo que se obtiene cuando se pregunta a los jóvenes por personas que no son de la familia ni de la organización a la que ellos pertenecen.
El 63,2% de de los abusos realizados por miembros de organizaciones fue verbal, y un 6,4% tomó forma de violencia sexual o asalto sexual. El abuso físico fue nombrado por un 34,6% de los niños que lo sufrieron y un 0,8% nombra la palabra negligencia.
"Nuestro análisis sugiere que el maltrato infantil y juvenil por parte de organizaciones dedicadas a su cuidado es un problema, pero no tanto como el maltrato en el seno familiar", apuntan.