Patricia Boyer, Redactora.
Un estudio de la Universidad de Semmelweis (Budapest) concluye
que la estación del año en la que se nace influye, a posteriori, en nuestra
forma de ver y vivir la vida, haciéndonos más propensos a ser alegres o
depresivos.
La científica Xenia
Gonda ha liderado un estudio con 400 voluntarios que pretendía
descubrir si existe relación alguna entre la época del año en la que se nace y
el carácter. Y los resultados han sido reveladores: los niveles de dopamina
y serotonina,
encargados de regular el estado de ánimo y el humor, cambian según el mes de
nacimiento. Las conclusiones son las siguientes:
- Los nacidos en verano son propensos a tener cambios
bruscos de humor.
- Los que han nacido en invierno tienden a ser
persones que no se irritan con facilidad y saben adaptarse a las
circunstancias sin perder la calma.
- Los que cumplen años el primavera se
caracterizan, mayoritariamente, por mantener una actitud abierta y optimista.
- Los nacidos en otoño suelen tener predisposición
a padecer depresiones.
Según la científica, quieren averiguar si finalmente
"hay marcadores genéticos
que están relacionados con la época de nacimiento y produzcan trastornos en el
estado de ánimo" y, por ello, seguirán investigando este campo.
Nota: las conclusiones me suenan... y no precisamente por estudios científicos.
¿Les pasa lo mismo a los niños nacidos en Escandinavia que en el Mediterraneo? Y es que el clima influye como la luna en las mareas.
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