domingo, 10 de marzo de 2013

Anne Holt radiografía el maltrato infantil

 ..... en la novela negra 'Lo que esconden las nubes oscuras'.

La obra se basa en un caso real que sacudió Noruega: la muerte a golpes de un niño de 8 años.

Viernes, 8 de marzo del 2013 -IMMA MUÑOZ / Barcelona.
El 22 de julio de 2011, Noruega se tuvo que enfrentar, ante los ojos atónitos de quienes siempre la habían considerado la quintaesencia de la racionalidad y el paraíso del civismo, a una locura asesina que se llevó por delante la vida de 77 personas y la confianza de todo un pueblo. Uno de sus compatriotas, el fanático ultraderechista Anders Behring Breivik, de 33 años, puso un coche bomba en el centro de Oslo, junto a la sede del Gobierno, que mató a 8 personas, y después se desplazó hasta la isla de Utoya, donde las juventudes del partido laborista habían organizado un campamento, para llevar a cabo una cacería que se saldó con 69 muertos, la mayoría muy jóvenes. 
Casi 80 minutos corrió Breivik por la isla, vestido de policía y fuertemente armado, abatiendo a todo aquel que se cruzaba en su camino. Una pesadilla que, 1 año y medio después, sigue sacudiendo por su magnitud y su crueldad.

La autora de novela negra Anne Holt, en Barcelona. JOAN CORTADELLAS
Y, sin embargo, no es mayor, ni en cifras ni en crueldad, que el horror que viven a diario miles de niños en ese país, millones en todo el mundo, que sufren maltrato físico sin que nadie se rasgue las vestiduras. Sin que nadie intervenga. Sin que nadie se dé siquiera cuenta. A esa sinrazón ha querido buscarle razones Anne Holt (Larvik, Noruega, 1958), uno de los grandes nombres de la novela negra nórdica, de esos nombres que no tienen nada que ver con las modas y sí con la literatura.
'Lo que esconden las nubes oscuras', el último libro de Holt que ha llegado a las librerías españolas (esperamos la aparición, a finales de este mes, de otra de sus obras, '1222'), convierte en intriga criminal la denuncia del secretismo en el que la sociedad mantiene el dolor de estos niños.
Tan tupida es la malla que cubre esta vergüenza que, en un mundo en el que todo está cuantificado, ni siquiera se sabe con certeza cuántos pequeños la sufren. "Se estima que son unos 20.000 en Noruega, aunque no hay cifras exactas. 20.000 sobre una población de 5 millones. Es una barbaridad", dice Holt. 
Y eso ocurre, y quien habla ahora es la protagonista de su libro, la psicóloga penal Inger Johanne Vik, porque "permitimos que suceda". Así de claro. Con todas las letras.
"El maltrato infantil es muy incómodo. Nos violenta acusar a la gente de algo que nos parece lo peor que se puede hacer. Y, además, nos da miedo equivocarnos, que esos padres sean inocentes. Tendemos a identificarnos con los padres en lugar de hacerlo con los hijos como deberíamos, puesto que son ellos quienes necesitan nuestra protección", argumenta Holt. 


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