El Mercurio,Chile, viernes, 13 de mayo de 2016
Son
los padres los que deben proporcionar a sus hijos las herramientas
necesarias para poder desenvolverse en una sociedad cada vez más
peligrosa. Por ello, es importante que dentro de la familia se conversen
todos los temas.
Los abusos sexuales, el bullying en los
colegios y los peligros que pueden representar lugares como las
discotecas, y los bares, o internet, son algunos tipos de violencia a
los que están expuestos los niños y adolescentes hoy en Chile.
Según
el IV Estudio de Maltrato Infantil realizado por Unicef en el año 2012,
el 51,5% sufre algún tipo de violencia física (grave y leve) y el
19,5%, violencia sicológica.
"El cuidado y la seguridad de los
niños es responsabilidad de los adultos, ya sean padres, profesores o
quienes estén a cargo de su cuidado. Siempre es más fácil prevenir que
remediar, pero la prevención requiere de una buena comunicación, ya que
los vínculos se construyen en edades tempranas, y es muy difícil hacerlo
en la adolescencia", señala Neva Milicic, psicóloga, doctora en
Psicología Educacional y docente de la Universidad Católica.
Explica
que en el caso del abuso sexual la única real prevención es que los
padres estén alertas y tengan una buena comunicación con sus hijos. "Los
pedófilos tienen una especial atracción por los niños pequeños porque
no poseen herramientas ni competencias suficientes para defenderse. Una
manera de prevenir estos abusos es que en las familias se hablen todos
los temas, y la sexualidad es uno de ellos. El cuento Los secretos de
Julieta es una buena guía".
Pero este tipo de abuso es una
situación difícil de abordar, y si este lo comete una persona conocida o
un familiar es aún más complejo.
De acuerdo con la Fundación
para la Confianza, 1 caso de abuso sexual infantil de cada 25 casos se
denuncia, además, en el 95% de ellos, el que abusa conoce a la víctima o
es parte de su círculo de confianza (familia, colegio, amigos, etc.),
lo que disminuye la posibilidad de denuncia; y de estos casos
denunciados, cerca del 10% llega a sentencia.
"Es muy importante
conectarse con las emociones del niño desde su nacimiento, ya que es la
forma más básica para producir un vínculo profundo y que se reproducirá
en las relaciones que establecerá en el futuro. Hoy, los padres están
sobreexigidos, pero deben hacerse el tiempo para estar con sus hijos",
sostiene la psicóloga.
Asegura que los 6 primeros años son muy
importantes en el desarrollo emocional de los niños, y que una manera
de participar activamente en este proceso, es brindarles tiempo de
calidad a través de juegos y actividades conjuntas. "Los cuentos son muy
importantes, ya que se estima que a un niño que le han leído más de mil
cuentos en el periodo preescolar logra desarrollar la inteligencia
emocional; es decir, aprende a ser empático, intuitivo y a establecer
buenos vínculos con sus padres y su entorno".
Los padres deben
trabajar también en la alfabetización emocional de sus hijos, dándose
tiempo para conversar y estar con ellos, y que los pequeños puedan
comunicarse desde sus emociones. "En el caso de un abuso sexual, el
niño, cuando tiene una buena comunicación, va a contar lo que le sucede.
Hay que recordar que los abusadores, en general, tienden a ser muy
seductores, especialmente cuando son parte de la familia".
Bullying
Cuando
un niño no quiere ir al colegio, los padres tienen que empezar a
preguntarse rápidamente el por qué. Según la Encuesta Nacional de
Convivencia Escolar 2011, en la que se encuestaron 228.883 estudiantes
de octavo básico de 5.855 establecimientos educacionales,
aproximadamente uno de cada 10 estudiantes declaró haber sido víctima de
bullying y cerca del 25% de ellos lo sufre diariamente. En cuanto a la
agresión, uno de cada cinco alumnos afirma que son comunes las amenazas u
hostigamientos entre sus compañeros.
"Si los padres dan el
espacio, los niños que están sufriendo bullyng lo comunican bastante
bien y rápido, pero deben estar alertas, escucharlos y conversar con el
contexto escolar, es decir, el colegio y los profesores, para abordar la
situación", señala Neva Milicic, quien recomienda a los papás cuyos
hijos están atravesando por esta situación someterlos a una terapia
individual y de grupo.
Al respecto, reitera lo importante que es desarrollar las habilidades sociales de los niños.
"A
través de cada actividad, comportamiento e interacción que los padres
tienen con sus hijos, no solo están socializando con ellos, sino que les
están construyendo su cerebro. Si avanzamos en el desarrollo e
inteligencia emocional de los niños, vamos a poder tener niños mejores,
más empáticos, preocupados por los otros; es decir, un mundo mejor".
En
su libro Educando a los hijos con inteligencia emocional, sostiene que
las 2 funciones más importantes en esta materia son la empatía
(capacidad de captar sentimientos, necesidades e intereses ajenos) y la
autorregulación (capacidad de manejar los propios estados internos,
impulsos y recursos).
"Los colegios tienen que hacerse cargo de hacer
programas de desarrollo social y emocional tanto más que de matemáticas o
castellano".
A su juicio, el bullying es un problema a nivel
mundial y tiene mucho que ver con la violencia a la que están expuestos
los niños en los juegos de videos, películas y en la red.
"La
violencia está legitimada, porque el que gana es el que mata más rápido.
Para esto, es imprescindible construir vínculos afectivos sólidos entre
padres e hijos, fortalecer su confianza y formar niños empáticos,
seguros de sí mismos y con una mirada positiva de su entorno".
Malas compañías
En
la adolescencia, el sentimiento de pertenencia es muy importante, y los
jóvenes, para sentirse incluidos en un grupo, pueden cometer muchos
errores, en especial los que son más vulnerables. "Si un hijo está
metido en una pandilla, los padres deben llevarlo a un especialista,
inclusive cambiarse de barrio si es necesario. Siempre les digo a los
jóvenes que en el mundo de la droga y de la delincuencia es muy fácil
entrar, pero es muy difícil salir, y generalmente tienen una alta
mortalidad, por eso hay que tomar medidas drásticas", señala Neva
Milicic.
En este sentido, aunque es un tema distinto, recomienda
el libro de Jaime Undurraga "Mi hijo atrapado por una secta". "Aunque a
sus hijos no les guste, los papás siempre deben ir a buscarlos a las
fiestas y no dejar que otros los traigan, porque además en el trayecto
se generan conversaciones y espacios de confianza".
Otro aspecto
importante son los riesgos a los que se exponen los niños y adolescentes
al navegar libremente en la web, como la exposición a material
pornográfico, violencia, drogas, juegos de apuestas, abuso y corrupción
de menores.
"El gran problema es la ingenuidad de las niñitas.
Una de las cátedras que debería haber en los colegios es sobre los
peligros en la red, en las discotecas o bares", concluye la psicóloga
Neva Milicic.
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