miércoles, 11 de junio de 2014

El 75% de los niños maltratados sufren daños en la cabeza y el cuello.

El maltrato se manifiesta de diferentes maneras y es importante detectarlo a tiempo.  
Carmen López [ 09/06/2014

El 75% de las lesiones por maltrato infantil se producen en la zona de la cabeza o el cuello, y el 10% en la cavidad oral, según estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM). El maltrato, abuso o explotación sexual es sufrido por entre el 15 y 20% de los niños y adolescentes de España, según datos de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI). Para ayudar a detectar casos de agresiones faciales la SECOM y FAPMI han elaborado un decálogo de consejos.
El maltrato Existen varias manifestaciones de maltrato infantil, “puede ser por negligencia cuando el menor está desatendido, por agresión física o sexual. El físico es el 2º más frecuente y a la vez, el más difícil de diagnosticar ya que se encubre muchas veces. Por eso es muy importante la labor de detección de todos los profesionales sanitarios.
Los cirujanos orales y maxilofaciales queremos aportar nuestra experiencia y conocimiento de las lesiones faciales, ya que son las más frecuentes y visibles, para ayudar a otros profesionales en la detección”, asegura el doctor Javier González Lagunas, presidente de la SECOM.
Uno de los principales problemas relacionados con la detección del maltrato infantil, según la SECOM y FAPMI, radica en las dificultades para distinguir las lesiones no accidentales por parte de todas aquellas personas que rodean al menor, como profesionales sanitarios, profesores o familiares. “Todo esto hace que ocultarlo sea muy fácil para el agresor y que las agresiones se vuelvan a repetir, lo que ocurre en el 85% de los casos”, advierte el doctor Jesús Manuel Muñoz Caro, del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario La Paz, de Madrid.
Lesiones frecuentes La lesión más habitual dentro de las producidas en la cabeza y el cuello es la rotura del frenillo labial de la que hay que sospechar maltrato cuando “se produce en niños que aún no caminan, puede ir asociada a quemaduras orales por una alimentación forzada, por ejemplo, o cuando hay hematomas peribucales que pueden deberse a una compresión forzada de la boca para hacer callar”, explica este cirujano oral y maxilofacial.
También son comunes, añade, las lesiones traumáticas dentarias repetidas, “en cuyo caso hay que sospechar cuando se produzcan en dientes no incisivos ya que es muy raro que ocurra por accidente en los premolares”.  Los hematomas faciales en zonas no prominentes también son sospechosos en menores que no andan o cuando se sitúan en la parte retroauricular o en el cuello, “ya que una caída no suele dañar ese tipo de zonas”, indica.

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